9 abr 2012

Welcome Home - Radical Face

Sí, tengo miedo. Como te dije, me aterra la idea de volver a enamorarme de ti.
Y es que hay demasiado en juego: mi corazón y la poca sanidad mental que he encontrado a tu lado.
Y hoy solo quería escribir, sin saber bien qué es lo que quiero decirte. Que me cuides, quizás. O que cuides este cariño que pudimos gestar...
No lo tengo claro. Lo único que sé es que todo está dónde debió haber estado siempre. Que, aunque el camino más corto entre dos puntos sea una línea recta, yo estoy feliz de que las cosas se hayan dado de la manera en que se dieron. Para alguien como yo, que vive en la inmediatez y quiere tenerlo todo de manera automática, es refrescante vivir en la pausa de tus tiempos.
La calma de tu actuar me ralentiza, me hace bien.
No voy a apurar nada esta vez. No voy a aplastar esto con mis manías y mi afán de controlarlo todo.
Quiero estar aquí, a tu lado, bajo tus términos; que son bastante mejores que los míos.
Decir "te quiero, pololo" en tu oído pareciera ser la frase mágica que ordena el Universo y marca el comienzo de un instante delicioso...que termina, inevitablemente, con tus manos temblorosas enterradas en mi carne, tu aliento rápido y tibio en mi cuello y tus ojos clavados en los míos...
(sí, no quepo en mi cuerpo de felicidad, y no tengo ninguna intención de ocultarlo)

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